“Este vino está dedicado a mi familia: a las generaciones pasadas, presentes y futuras; y a todas las personas que, pese a las adversidades, pelean por conseguir sus sueños”
Raquel Novoa, nació en el seno de una familia matriarcal, en donde el vino, por lo tanto, también era cosa de mujeres...
Desde niña participaba con emoción en todos los procesos del vino: el cuidado de las parras, la decisión de cuándo se recogía la uva, el pisado de las uvas y como no, la cata (disfrutando de ese sabroso oro líquido que sale de las primeras prensadas).
Poco más habría que decir, lo lleva en la sangre.
Raquel sabía que su destino era elaborar vino. Desde siempre lo hizo para su casa, para consumo propio siguiendo las enseñanzas de más de seis generaciones. La historia se remonta a su tatarabuela, quien nació en las tierras que ahora albergan el origen de este vino Predestinado. Un lugar llamado Paraíso. Estas enseñanzas han sido siempre su guía innata, pero Raquel ansiaba aprender, evolucionar y revolucionar el vino.
El camino hasta aquí no ha sido fácil, como todo lo bueno lo hubo que pelear, cierto es que si conoces a Raquel verás que osadía no le falta. Así que resumiremos e iremos al momento crucial en el que su sueño va cogiendo forma...
Raquel Novoa se forma académicamente y en pocos años está trabajando como bodeguera para una de las bodegas más prestigiosas e innovadoras de Galicia. En la actualidad ésta sigue siendo su principal ocupación, ya que comparte con esta bodega tanto la filosofía de trabajo como la pasión por los viñedos y el vino… y ha dado a luz con éxito infinidad de añadas que se venden en todo el mundo.
Sin descuidar nunca sus viñedos y teniendo presente su sueño de ser “Nai dos seus viños” sus viñedos se han favorecido de toda su evolución como persona y como conocedora de vinos. Ha llegado el momento, ahora, esta es su historia y este es su destino. Raquel se ha convertido en “Nai de viños” y Predestinado es el primero de ellos. Feliz y siempre agradecida a sus viñas, espera de todo corazón que os guste y lo difrutéis tanto tanto como ella. ¡Salud!